El Mar Muerto es el punto más bajo del planeta situándose a 420 metros bajo el nivel del mar. Sus dimensiones alcanzan los 605 kilómetros cuadrados, con unos 50 kilómetros de largo. Además tiene un alto nivel de salinidad cosa que le otorga propiedades increíbles de las que hablaremos más adelante. Se encuentra situado en la frontera entre Jordania, Israel y Palestina.
Mar Muerto; un sueño para muchos viajeros
Flotar sobre el Mar Muerto es una de esas cosas que muchos sueñan con cumplir en algún momento de su vida. A lo largo de la historia han sido muchos los que se han visto atraídos por este lugar… Herodes el Grande, Cleopatra… Es un lugar lleno de rarezas, especial y único en el mundo entero. Hoy vamos a hablar sobre alguno de estos datos curiosos.
En realidad no es un mar sino un gran lago alimentado por el río Jordán, pero se le nombra de esta forma debido a su alta salinidad. Una de las razones por las que el Mar Muerto es tan salado se debe a que se encuentra sobre una «cuenca hidrográfica endorreica». Básicamente quiere decir que en el lugar no existen salidas de agua. Normalmente todos los lagos tienen puntos de salida, como ríos y arroyos, que permiten que sus minerales fluyan. En el caso del Mar Muerto todos los minerales que van a parar a él, ahí se quedan para siempre. La única forma en la que sus aguas se mantienen al mismo nivel es gracias a la evaporación del sol, cosa que aún incentiva más el aumento de minerales ya que el agua se evapora pero sus componentes más pesados se mantienen en la superficie. Sus aguas contienen 10 veces más sal que lo océanos por lo que a excepción de ciertas bacterias y algas, la vida en él es nula.
Esta alta densidad de minerales (unos 35 tipos distintos) hace que cuando te sumerges en él flotes con gran facilidad. Y de hecho, es mucho mejor ya que no es absolutamente nada recomendable sumergir la cabeza puesto que corres el riego de que tus ojos sufran esta alta salinidad…